Estudio “reconstruye” prehistoria de la Cordillera de Los Andes y la actividad de subducción de placas

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Estudio “reconstruye” prehistoria de la Cordillera de Los Andes y la actividad de subducción de placas

El grupo de científicos a partir del análisis de la composición química de las rocas plutónicas, logró inferir cómo las fuerzas tectónicas actuaron en Los Andes hace 250 millones de años.

FUENTE: Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico – Ckelar Volcanes

Los Andes hace 250 millones de años eran muy distintos a lo que conocemos ahora, era un paisaje mucho más plano, sin grandes montañas y muy parecido a lo que se ve en la pampa Argentina. Si bien es imposible observar directamente lo que ocurrió en esa época, los científicos estudian los magmas (roca fundida que se encuentra al interior de la tierra) fosilizados que les permite inferir qué pasó en aquellos tiempos en la Tierra.

La investigación “Magmatismo triásico en el suroeste de Gondwana: un ejemplo de construcción de batolitos de arco en un margen en retroceso”, recientemente publicada en la revista científica Gondwana Research, abordó justamente el estudio de rocas plutónicas de aproximadamente 250 millones de años. Estudio que fue posible gracias al financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, y el Plan Nacional de Geología de Sernageomin.

“Las rocas plutónicas se forman cuando un magma no sale por un volcán y se enfría a varios kilómetros bajo la superficie terrestre. En este caso en particular, a partir de la composición química de las rocas plutónicas en el batolito estudiado de Chollay-Piuquenes, fue posible entender las fuerzas tectónicas que actuaron en Los Andes hace más de 200 millones de años”, explica Verónica Oliveros, investigadora principal de Ckelar, académica de Geología UdeC y unas de las autoras del paper.

Escalas temporales

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De acuerdo a los científicos –Javiera González, Friedrich Lucassen, Christian Creixell, Felipe Coloma, Ricardo Velásquez, Laura Hernández, Paulina Vásquez y Simone A. Kasemann y Verónica Oliveros–, el estudio de estos batolitos expuestos desentraña los procesos magmáticos que operan dentro de la corteza terrestre, incluyendo la generación, segregación, ascenso y emplazamiento de magmas graníticos y proporciona una visión de sus escalas temporales, facilitando la comprensión de cómo evoluciona la corteza continental.

“El batolito estudiado de Chollay-Piuquenes –un gran cuerpo de rocas plutónicas o de magma que se enfrió bajo la superficie y expuesto a lo largo de 200 km en la Cordillera Frontal chilena entre 28°30?S y 30°20?– es bastante particular”, complementa la doctora Oliveros.  Eso porque denota un proceso de subducción que no es lo que ocurre ahora donde se forman montañas por la alta convergencia.

“Más bien es un proceso de subducción donde las fuerzas están ‘estirando’ la corteza y se generan zonas de muy bajo relieve, parcialmente ubicadas bajo el agua. Es interesante, complementa la experta, porque a partir de la geoquímica de estos magmas se puede inferir cómo era la subducción en ese momento”, indica la académica de la Universidad de Concepción.

Convergencia de las placas

Las investigaciones de batolitos formados en márgenes en retroceso, objeto de la investigación, donde la velocidad de convergencia de las placas conduce al retroceso de la fosa hacia el océano y la subsiguiente extensión o rifting de la placa superior, son escasos y no están bien documentados.

Por lo tanto, esta investigación, afirman los científicos, presentó nuevos datos de campo, petrográficos, químico-minerales y elementales/isotópicos de roca entera (Sr, Nd y Pb), lo que les permitió determinar las fuentes magmáticas y los procesos petrogenéticos implicados en la generación del batolito Chollay-Piuquenes.

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