Diálogos ciudadanos en el Alto Caracol: biocultura urbana, es el nombre del proyecto liderado por la académica y jefa de carrera de Geología de la Universidad de Concepción, UdeC, Dra. Verónica Oliveros Clavijo (Foto 1) que se adjudicó uno de los fondos asignados recientemente a través del programa Ciencia Pública de la División Ciencia y Sociedad del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que busca promover la socialización del conocimiento a través de actores e instituciones, del desarrollo de experiencias memorables y del trabajo con comunidades; contribuyendo a su apropiación social.
En la ejecución del proyecto encabezado por la Dra. Oliveros, además, participarán las también académicas UdeC Dra. Anahí Gajardo (Fac. Cs. Físicas y Matemáticas) y Dra. Beatriz Cid (Fac. De Cs. Sociales); la dirigenta social Carolina Rebolledo, la profesora con experiencia pedagógica en el barrio Graciela Silva, encargada del diseño de los talleres, y Roberto Pacheco, profesor con experiencia en gestión cultural. “Este proyecto, liderado principalmente por mujeres, surge de la inquietud que tenemos vecinos del sector Agüita de la Perdiz y del Barrio Universitario respecto del Cerro Caracol y el sector Alto Caracol y su importancia ecológica y para la comunidad”, explica la académica. “En la Asamblea Autoconvocada del Barrio Universitario que se conformó tras el estallido social, habíamos tocado estos temas y cuando supimos de esta línea de financiamiento, pensamos que podríamos postular con un proyecto. Vimos una oportunidad y la junta de vecinos de La Agüita de la Perdiz estuvo de acuerdo en apoyar el proyecto y empezamos a trabajar”, detalla.
En concreto, el objetivo central del proyecto es promover el diálogo entre el conocimiento comunitario y el conocimiento científico en torno a la biocultura del Alto Caracol y Cerro Caracol y la importancia de este ecosistema para las comunidades que habitan en sus faldeos, entendiendo biocultura como el resultado de prácticas colectivas y generativas, que crean y reproducen permanentemente un paisaje, y actualizan complejos procesos de coproducción, potenciando una profunda interrelación entre diversidad ecológica y diversidad cultural. “Se reconoce al cerro Caracol y su nicho ecológico en su interrelación con la sociedad, es decir que la comunidad que vive en ese entorno no es algo separado, sino que la gente vive ahí, usa la leña, la vegetación sirve como protección ante incendios, se recogen nalcas y hongos, hay todo un paisaje que permite el esparcimiento de la gente, que les permite sentirse mejor porque viven rodeados de naturaleza”.
La académica valora positivamente el programa Ciencia Pública por el innovador modelo que plantea. “Nunca había tenido interés en participar en lo que era el programa Explora, por el modelo en que lo que ocurre es que el científico o la científica va y le transmite a la comunidad lo que sabe. En cambio, en esta iniciativa es la comunidad la que crea su propio conocimiento científico. Es muy bueno que la institucionalidad científica esté cambiando para que este espacio se dé, para el diálogo entre los distintos saberes que también permite que los científicos también se nutran. esperamos que este dialogo horizontal entre los científicos y la comunidad que promueve el proyecto contribuya a que todos valoricemos aún más el área de Alto Caracol, desde un punto de vista biocultural”.
Las áreas temáticas que se van a desarrollar en el ciclo de diez charlas son Biodiversidad, Conservación, Alimentación, Leña y Agua. “Se abordará los riesgos naturales y geológicos asociados al uso demasiado intensivo del suelo, los bosques y el entorno natural. Por ejemplo, en el caso del agua, en el Alto Caracol es una proyección contra los incendios forestales, pero también es un peligro cuando hay eventos hidro–climáticos extremos que hacen que se inunde el paisaje y se genere un verdadero río que baja”.
Cada uno de estos temas será presentado a través de dos talleres, uno de los cuales estará dirigido a niños y niñas de dos escuelas y un jardín infantil que están ubicados en el sector, y otro a los adultos con especial énfasis en los adultos mayores de la comunidad. “En cada taller, va a participar un experto de la misma comunidad, que trabajan en temas relacionados como alimentación y huertas urbanas, además expertos que pertenecen a organizaciones sociales, como la Asamblea Ambienta de Biobío, el Comité de Defensa del Alto Caracol, la ONG Conciencia Azul, personas que trabajan en estos temas, pero no desde el ámbito académico”, explica la investigadora.
Además, como un producto tangible que quedará para posteridad del proyecto, Oliveros detalla que se generará “un mapa digital de una ruta biocultural del cerro Caracol. La idea es que la comunidad lo pueda tener y sepa dónde hay elementos relevantes que conocer y es un mapa que se hará con puntos que la propia gente proponga durante la realización de los talleres que se van a hacer caminando hacia el cerro”.
Fotos por Marcos Olave